Cuentan las leyendas que un Pokémon de armas tomar tenía bajo su mando al resto de Pokémon de las Nieves de la Corona. Si algún humano se adentraba en su territorio, lo atacaba sin piedad y a sus Pokémon también. Un día apareció el Pokémon legendario Calyrex y lo derrotó. Al tiempo, se acabó creando un estrecho lazo entre el regio Pokémon y quien se convertiría en su leal corcel.